Os dejo aquí la crónica del amigo Sylvain (el eco-obrero más dicharachero) sobre el Encuentro de Agroecología de Albi, a finales de noviembre. Las negritas las he añadido yo, por aquello de darle un valor añadido. Ahí queda eso:
El encuentro de Albi se quería la continuación del congreso del 2002 “deshacer el desarrollo, rehacer el mundo”. Ha sido un encuentro muy entusiasta, dónde se encontraron sobre todo campesinos y artesanos de Francia, de España, de la India, de Europa del Este, de Chiapas, de Oaxaca, de Sudamérica... Campesinos y artesanos militantes y unos pocos “expertos” , universitarios, ONG, el equilibrio era feliz. También grupos de estudiantes de agronomía de toda Francia se habían escapado de sus clases agroindustriales para asistir al evento.
Se hablaba de volver a valorar los modos tradicionales de producir, de vivir y organizarse que están siendo tan despreciados y en proceso de destrucción activa en todo el planeta.
La construcción en tierra-paja progresando por Europa redignifica la construcción africana, da argumentos medioambientales a los mejicanos contra el desarrollismo forzado de su gobierno. La salud chamánica mexicana, el tinte vegetal de la lana, la reincipiente tracción animal... nos convencen que el mundo por redescubrir es inmenso... como para quedarnos sentados haciendo trabajo de papel para las multinacionales. Más bien, desde Europa del Este nos aconsejan a todos que no sabemos que hacer en la vida de ir a ayudar en los campos aunque sea solo a cambio de comida.
El consumo es un problema, la agricultura de certificación bio también se ha vuelto una industria dañina (menos la certificación participativa y militante de “nature&progrès”), pero las cooperativas de consumo funcionan, hay redes alternativas, no hay dificultad para vender lo que se produce ecológico. El problema ahora es que hay muy poca producción realmente ecológica, se necesita recuperar tierras, y gente para producir, transformar, reencontrar los conocimientos y las técnicas. Que cada uno siga su pasión y descubrirá un mundo. Ya hemos integrado lo de consumir responsable, ahora nos toca trabajar socialmente útil y agroecológico, para crear otra economía capaz de substituir este decayendo capitalismo global. Apenás empezamos en la vía, ya hay urgencia.
Ánimos a todos, cada uno con su ilusión
SylvainWeb del Encuentro de Agroecología, Noviembre 2008
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